Menú detox macrobiótico en Enero (Parte 2)

En un menú detox macrobiótico hay dos enfoques:

  1. La comida de todos los días.
  2. La Macrobiótica terapéutica.

La dieta Macrobiótica para todos los días, nos ofrece una gran variedad, en cuanto que la dieta terapéutica es usada por un limitado periodo de tiempo y se ajusta a unos alimentos específicos.

La Macrobiótica como sistema alimenticio y nutritivo tiene la finalidad de potenciar nuestra capacidad biológica para un óptimo funcionamiento, donde encontramos la vitalidad, la serenidad y equilibrio. Porque recuerda tú eres el cuerpo también, tú eres los órganos y si los órganos están nutridos de la manera adecuada, tu experimentas esa serenidad. Al mismo tiempo experimentamos la claridad mental y el discernimiento claro. Si lo que comes no enturbia la sangre, si no hay un exceso de residuos metabólicos, tu cuerpo funciona como un reloj y se producen todas las sincronicidades que favorecen tu vida, y en dos palabras te genera libertad . Como predicaba el Animismo, un equilibrio entre la tierra y el cielo.

La alimentación diaria y la alimentación medicinal

Podríamos diferenciar, entonces, de la alimentación de cada día a una alimentación medicinal básica, que yo llamo la dieta refugio, cuando hemos perdido la salud, cuando deseamos potenciarla o cuando pasamos por un periodo en el que necesitamos un recogimiento, profundizar, concentrar o focalizar. Esta última estará prescrita por un consultor cualificado que sea capaz de hacer un diagnóstico acertado para hacerte las recomendaciones apropiadas.

La Macrobiótica de todos los días, expresada en una comida balanceada, colorista, nutritiva y rica. Si estamos en invierno o en verano, los estilos de cocción y los ingredientes los adaptamos a la estación correspondiente. Existen algunas recetas que aunque generan más calor, es útil tomarlas en cualquier estación para mantenernos alcalinos y energéticos.

Según Herman Aihara —antiguo profesor de macrobiótica—  la comida dentro de una totalidad es sólo el 5% de nuestra salud, pero es el 5% más importante.

Muchas personas asocian a la macrobiótica con comer arroz, esta es una forma muy pobre de describirla. Pero es cierto que en una nutrición inteligente, con el conocimiento de las necesidades básicas del cuerpo humano, los cereales integrales en grano entero desempeñan un papel protagonista, avena, cebada, trigo sarraceno, mijo, quínoa y arroz. Este último, a pesar de las campañas por descalificarlo, es un alimento excepcional. Ahora menuda diferencia entre un arroz refinado o arroz integral cultivado con químicos e insecticidas.

El arroz integral es el arroz al que se le ha quitado la cáscara protectora externa no comestible. Esta operación llamada descortezado, da lugar a un grano moreno, brillante, que en su capa externa —denominada noble— se encuentran los elementos nutritivos más valiosos: proteínas, grasas, vitaminas, encimas y fibra. Podríamos decir, pues, que el arroz integral está vivo.

El arroz integral contiene los doce aminoácidos llamados esenciales, porque son indispensables para la construcción y reparación celular, y no los produce el organismo por sí mismo. Así como las vitaminas E, B1, B6 y la provitamina A. Pero quizá lo más destacable del arroz es su increíble equilibrio entre Sodio-Potasio que es análogo al equilibrio Sodio-Potasio de la sangre.

Energéticamente, que es la parte que más me apasiona, genera centro, dirección e integridad, es la fuente de mayor carga electromagnética, generándonos así más inspiración, capacidad mental y de trabajo, más concentración y resistencia, por ello el arroz no es sólo un alimento primordial, sino también, un alimento sanador «pues no es ardiente». Ideal para personas convalecientes, de edad avanzada, con vida sedentaria, deportistas y enfermos, aporta el máximo de energía y exige un mínimo esfuerzo a nuestros órganos de asimilación. Es un alimento excelente para el intestino, pulmones, vías respiratorias y la piel, órganos de asimilación e intercambio.

Pero «no solo de arroz vive el hombre»,  los cereales en grano se acompañan de legumbres, a la vez que se toman una variedad de vegetales, locales y de estación, fermentos, algas marinas, aceites de primera presión en frío, edulcorantes naturales —como la melaza de arroz o el agave—,  frutos secos, frutas secas y frutas locales.

col lisa verde detox en un papel entre las manos

Bases sobre la dieta macrobiótica para la desintoxicación

Elaborar un menú macrobiótico equilibrado es sencillo y placentero. Mi hermana Myriam le preguntó a la IA que si fuera un humano qué le recomendaría para comer y estar sano. Y esta le contestó: «Si tuviera que diseñar mi alimentación, la haría buscando equilibrio, bienestar, y energía sostenible; probablemente seguiría estos principios de la Macrobiótica».

  • Base de alimentos naturales y variados, granos integrales.
  • Verduras frescas, proteínas vegetales, frutos secos y semillas.
  • Pondría la prioridad en cocciones suaves y nutritivas.
  • Preferiría sopas, guisos, y alimentos al vapor, que son fáciles de digerir y

Evitaría los extremos. Nada de azúcares refinados, alimentos ultra procesados, o bebidas.

  • Haría un consumo de alimentos yin o yang según el enfoque macrobiótico.
  • Me hidrataría con agua tibia o infusiones naturales, evitando bebidas frías y estimulante como el café.
  • Flexibilidad, aunque me alimente de forma consciente, dejaría espacio para disfrutar alimentos que me hagan feliz de vez en cuando.

Bien entendida y bien aplicada no solamente tiene éxito en la vida cotidiana de las personas felices, o de las personas con desafíos de salud, sino también en las personas con trastornos mentales y adicciones.

Reconocimiento de la Macrobiótica

Son muchos los experimentos que se han hecho con la dieta Macrobiótica, con resultados verdaderamente sorprendentes. En el Senado de los Estados Unidos, en hospitales, en los sobre vivientes de Hiroshima y Nagasaki, pero curiosamente no goza de mucha popularidad. Primero porque exige auto observación y responsabilidad, segundo porque no genera economía a ninguna élite de la industria agroalimentaria. Nunca hubo que hacerle publicidad a un paquete de lentejas o de garbanzos, a un calabacín o a la calabaza. Porque el sentido común y la sensación en el cuerpo es que nutre y nos deja satisfechos.

Os quiero compartir un experimento transformador e increíble que se hizo en 1981 en la prisión de Lisboa por Francisco Varatojo, Eugenia Varatojo, Michio Kushi y Aveline Kushi.

En la prisión de Lisboa, se llevó a cabo un experimento en el que se implementó una dieta macrobiótica para evaluar sus efectos en la salud y el comportamiento de los reclusos, utilizando principalmente granos de cereales integrales, vegetales, legumbres y evitando productos procesados, refinados y azúcares simples.

El experimento buscaba observar si una alimentación más saludable podría influir positivamente en el estado físico y mental de los presos, así como en su comportamiento y bienestar general. Se documentaron cambios en la salud de los participantes, incluyendo mejoras en su energía, estado de ánimo y, potencialmente, en su comportamiento dentro de la prisión.

Se confirmo la relación entre la dieta y la salud mental, así como el impacto que una alimentación consciente en cualquier ser humano, pero especialmente en personas y comunidades o grupos vulnerables.

Además, los informes mostraron que la dieta contribuyó a una mayor cohesión entre los reclusos y a un ambiente más tranquilo dentro de la prisión.

Algunos de estos presos salieron bajo la custodia de Francisco Varatojo en el IMP. Más tarde se convirtieron en diferentes terapeutas de macrobiótica, yoga, feng shui, shiatsu, entregando su vida al servicio de la comunidad.

crema de cebolla en un bol blanco como menú detox macrobiótico

Menú para un detox macrobiótico

Os voy a dejar unas ideas sencillas para el día a día que generan vitalidad y desintoxicación en Enero. Teniendo en cuenta que este mes de invierno es uno de los más fríos en la península y debemos compensar con una alimentación que genere calor en el interior.

Menú 1

  • Empezar con una sopa de miso o caldo de verduras.
  • Un plato combinado de arroz integral + lentejas + brócoli

Menú 2

  • Crema de calabaza
  • Un plato combinado de azukis + quinoa + kale hervida o al vapor

Menú 3

  • Crema o sopa de cebolla
  • Un plato combinado de garbanzos + mijo + col hervida

Menú 4

  • Crema de zanahoria
  • Un plato combinado de lenteja roja + cous cous + judías verdes hervidas

Menú 5

  • Crema de coliflor y puerros
  • Un plato combinado de judías blancas + arroz rojo + kale hervida

En estos menús, la sopa, el cereal y la legumbre se puede cocinar para 3 o 4 días, guardar en recipientes de cristal y calentar cada vez que se coma. Las verduras se harán cada día.

Todas estas comidas se pueden acompañar con un poco de vinagre de arroz que ayuda al funcionamiento del hígado y la vesícula, con un poco de chucrut que es un alimento prebiótico restaurador de la flora intestinal, contribuye a una buena digestión y del gomasio sobre los cereales o las verduras, es rico en minerales especialmente en calcio.

De origen japonés, etimológicamente goma (sésamo) shio (sal). Es un condimento compuesto por sésamo tostado y sal marina.

sésamo triturado detox

Receta del gomasio

La proporción de sal y sésamo varía según la necesidad de 8:1 o 20:1. La semillas de sésamo nos aportan grasas, proteínas y minerales, y la sal nos aporta minerales y oligoelementos. Esta mezcla favorece la secreción de los jugos digestivos, estimula el metabolismo, fortifica el sistema nervioso, es ligeramente diurético, regenera el intestino, tonifica y permite agregar sal a los alimentos sin provocar sed.

Entre los nutrientes más importantes del gomasio están Omega 6, lecitina, vitamina E, K, ácido fólico, biotina, inocitol, colina y calcio.

Pero quizá la propiedad más destacable sea su capacidad de alcalinizar la sangre. Pues el aceite contenido en las semillas de sésamo envuelve a los diminutos granos de sal, los cuales de esta forma, pueden pasar la pared intestinal y lograr la alcalinización del flujo sanguíneo, de forma más o menos rápida, neutralizando su acidez y fortaleciendo el organismo.

Utensilios:

  • Suribachi (cuenco estriado de cerámica para moler semillas).
  • Suricoi (mazo de madera para moler las semillas).
  • Olla de acero inoxidable de dos asas y media altura

Ingredientes:

  • 20 cucharadas de sésamo y 1 cucharada de sal

Preparación:

  • Lavar bien las semillas y dejar secar sobre un cedazo o colador.
  • En una olla media-alta con dos asas tostar el gomasio a fuego medio-alto, removiendo de arriba abajo constantemente hasta que las semillas adquieran un color dorado, teniendo cuidado de no dejar demasiado.
  • Para saber si las semillas están listas, triturar con las yemas de los dedos unas cuantas, y si se hacen harina están en su punto. Pasar inmediatamente las semillas a un suribachi, aprovechar el calor de la olla para tostar la sal.
  • Moler las semillas junto con la sal en el suribachi moviendo suavemente en forma de espiral hasta que se hayan roto o triturado la mitad de las semillas.

El gomasio se puede hacer para una semana.

Si apetece un postre, podría ser compota de manzana, manzanas asada, boniato asado, castañas con melaza de arroz, calabaza asada, flan con chía.

Como bebidas recomiendo, explorar el té kukicha, no tiene teína y proporciona un buen aporte de calcio. Infusiones de hierbas aromáticas, o café de cebada o de cereales.

Experimenta el resultado de comer así durante unos días. Vas a encontrar un gozo especial.

Bibliografía: «Macrobiótica, el libro de la gran vida». Patricia Restrepo

(Si no conoces el origen de la Macrobiótica comienza leyendo la parte 1)

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