Cómo abordar la comida en el día a día o en los momentos festivos
Todo lo que nos rodea hace parte del alimento de cada día, formando parte de la nutrición energética, de ahí la importancia de estar rodeados de un ambiente natural y limpio, y este tiene que ver con:
- el aire que respiramos.
- el agua que bebemos
- la cualidad de los alimentos que ingerimos
- el tipo de fuego que utilizamos para cocinar
- el material de las ollas y utensilios de cocina
- la cualidad de la ropa en contacto con la piel
- la cualidad del mobiliario del lugar donde vivimos
- el trabajo que desarrollamos cada día
- la capacidad que tenemos de sortear los desafíos constantes a los que nos somete la vida sin estancarnos emocionalmente
- la pareja, las relaciones familiares, las relaciones sociales
- el ejercicio físico
- cultivar los hobbies
- tener una sexualidad placentera y saludable
- y por supuesto la autorreflexión y meditación.
La autorreflexión traza la partitura que queremos interpretar en nuestra vida, y es algo que debemos hacernos y revisar cada día, es un buen ejercicio hacerlo cada noche antes de dormirnos, para no olvidar quienes somos, qué queremos, cual es nuestro sueño, donde están nuestros propósitos y de qué manera podemos realizarlos. Cómo está mi cuerpo biológico, a la vez que nos hace participes y responsables de nuestra propia existencia, esto también forma parte de la nutrición energética.
Byron Katie en su trabajo “THE WORK”, nos enseña pautas inequívocas para reconocernos y reflexionar, así cuando tenemos una opinión sobre otra persona sea la que sea, reflexionamos sobre esa opinión, porque en el fondo estas opinando sobre ti mismo, o en el mejor de los casos saber que la persona de quien opinas no tiene nada que ver con tu opinión. Esa opinión tiene que ver contigo, con tu mente…, interesante, revelador y muy sanador, para no responsabilizar a nada ni a nadie de lo que hemos atraído a nuestra vida y quedarnos con la disculpa de otro tiene “la culpa”.
Responsables de nuestra salud
Esto implica que somos los únicos responsables de nuestra salud, incluso si estamos padeciendo una enfermedad terminal, incluso ahí podemos crear salud. Recuerdo la frase de una querida y valiente mujer que cuando le descubrieron su cáncer terminal con pocas semanas de vida, le dijo a su familia “La vida no es un drama, es una comedia”, y así vivió en salud sus últimos días.
Cuando asumimos la responsabilidad de nuestra salud podemos tener un chance de sanarnos completamente, porque investigamos en todos los aspectos de nuestra vida —investigamos sobre nuestra nutrición energética— y allí donde no fluyan, buscaremos herramientas que en algunos casos después de una dieta equilibrada, requiere la ayuda transitoria de especialistas del ámbito sanitario o terapeutas en general.
En cuanto a la alimentación, es el factor que con más rapidez podemos cambiar, y del que nos podemos responsabilizar fácilmente ya que está en nuestras manos. A la hora de nutrirnos deberíamos elegir los alimentos que tienen la más óptima relación biológica con el organismo, aquí desde luego buscamos esos alimentos en la información que hay en nuestras raíces orgánicas, “los intestinos”, donde se fabrica el bioma humano que estaría en consonancia con el bioma de la tierra donde vivimos.
Por ello, siempre la recomendación de comer verduras locales, y evitar todo lo que dañan estas raíces, como alimentos refinados, azucarados o azúcar simple, exceso de líquido, carnes, lácteos, productos químicos, alimentos quimicalizados, grasa saturada y productos de origen tropical. Estos últimos se están poniendo muy de moda bajo la consigna de alimentos naturales, pero en realidad, son alimentos naturales en su lugar de crecimiento, y muy desequilibrados si se consumen a miles de kilómetros de su lugar de origen. Todo ello define la cualidad de nuestra nutrición energética.
Una comida sencilla y tradicional sería suficiente para gratificarnos, obtener la vitalidad y felicidad que nos otorga el alimento. Sin embargo, hacemos una diferenciación en momentos festivos, donde la comida va más dirigida a la reunión social, al disfrute y a compartir. Será una comida con preparaciones más suculentas, con un poco más de aceite, más postres, y en general más elaborada.
Nutrirnos significa también, no sólo comer comida inteligente:
- cereales integrales en grano
- legumbres y sus derivados
- verduras de mar y de tierra en su temporada y locales
- sal de buena calidad
- aceites de buena calidad
- frutas en su temporada y locales
- fermentos
- semillas
- frutos secos locales evitar los tropicales en Europa
- líquidos según las necesidades personales
- edulcorantes naturales
Significa cómo comemos esta comida, en qué orden, con quién y cuando.
El orden en la nutrición energética
Es conveniente cuando escribimos diariamente nuestras llenas y ajetreadas agendas, colocar como parte prioritaria los tiempos y horarios para comer y respetar estos horarios, es decir, comer siempre a la misma hora. Comer 3 horas antes de ir a dormir, dedicar tiempo para el ejercicio físico y el tiempo para cultivar hobbies o el disfrute.
Considerar que la comida se debe hacer con una mente en paz, sentados, pues los intestinos fueron diseñados para que se relajaran mientras comemos. No hacer otra actividad mientras comemos, masticar muy bien cada bocado de comida y no comer con preocupaciones o intentando resolver problemas, apagar el teléfono.
Comer es tener una cita íntima con la persona más importante en tu vida “TU” dedícale toda tu atención y consciencia.
Es recomendado comer en un determinado orden, por ejemplo: primero la sopa, pero sólo la mitad, comer un bocado de cereal integral bien masticado, luego un poco de legumbres, luego otro bocado de cereal, luego otro de verdura, y otro de cereal y a media comida terminar la sopa.
Otra propuesta seria comer primero todo el cereal, luego la legumbre y finalmente todo lo relacionado con las verduras y terminar con el resto de la sopa y los fermentos. Así estaríamos comiendo de más yang a más yin, comer de esta manera ayuda especialmente a las personas que tienen problemas digestivos, cultiva una mente lúcida.
Si cada día nos nutrimos de un buen paseo a paso firme de por lo menos 20 minutos, que es un ciclo KI de energía, digerimos y procesamos un montón de información que se puede quedar atascada y nos dificulta fluir.
Cuando elegimos alimentos sin químicos como los que he mencionado arriba y encontramos tiempo para el ejercicio físico y la reflexión, nos nutrimos de tal forma que la manifestación inmediata es la felicidad, el coraje, la alegría, la compasión, y nuestras elecciones en la vida también comienzan a ser más efectivas y saludables para el entorno y el planeta.
Es el arte de cultivar la verdadera salud —que aunque la palabra salud tiene polisemia de significados— aprendí de mis profesores de macrobiótica que “salud” es la capacidad de adaptarnos al entorno con el mínimo impacto medioambiental y personal, es decir, que salud es una dirección, y el recorrido debería ser amable y fluido.
Muchas Gracias Patricia por todos y cada uno de los articulos que compartes en la Web para informar y orientar a la sociedad en general. Saludos