La otra cara de la depresión
Una de las manifestaciones más claras de la desconexión con el orden de la naturaleza, son los trastornos mentales, que sufren un 20% de la población actual y que son diagnosticados y un tanto más que se camufla en desórdenes tolerados pero que en potencia son otro tanto por ciento muy alto, es decir que un alto porcentaje de seres humanos padece de trastornos mentales diagnosticados o no.
Estos trastornos van desde la depresión, esquizofrenia, desorden bipolar, paranoia etc. Los trastornos mentales camuflados o tolerados y no diagnosticados van desde la ansiedad, enfado crónico, abuso, negligencia, inseguridad, fobias, … Y lo más impactante es que aunque la sociedad se focaliza en el aumento casi viral del cáncer y enfermedades terminales, estos trastornos mentales figuran entre los que se multiplican a una velocidad increíble. Pero la ciencia moderna los trata como si fueran disfunciones diferentes a las físicas y las remiten al psiquiatra, a trabajos sociales y otros especialistas en terapias emocionales, sin considerar en ningún momento el vínculo estrecho con los hábitos alimenticios.
Si consideramos el ser humano como un todo y desde la visión grande de la macrobiótica, el desequilibrio físico no puede separarse del mental y emocional y viceversa, con mucha asiduidad veo en la consulta que las enfermedades físicas son causas inmediatas de trastornos mentales y emocionales.
Numerosos enfoques psicológicos desconocen las causas de la infelicidad, porque ignoran o le restan importancia a la alimentación cotidiana, y la toma de conciencia de otros factores de estilo de vida. En este aspecto la importancia de conocer la analogía o la energía de los alimentos es primordial. “La energía vibratoria del alimento crea un inmediato cambio emocional”, por ejemplo: la carne de pollo induce a concentrarse en pequeños detalles, y a inquirir en numerosas cuestiones (como un ave picoteando). El azúcar lleva a una dispersión de energía, olvido, falta de memoria y a subidas y bajadas intempestivas del estado de ánimo, euforia y tristeza o melancolía, el alcohol especialmente cuando se toma combinado con carnes, o pescados asiduamente, conduce a la fanfarronería y a emociones exageradas algunas veces a movimientos emocionales muy polares, extremos y viscerales, a pensares ilusorios y conductas bravas y fantasiosas seguidas de un carácter seco y en ocasiones defensivo y ácido. Que es lo que en realidad crea en el hígado, primero una aparente relajación y dulzura acetónica y luego sequedad y cristalización.
Los aspectos inmateriales del YO están directamente relacionados con la condición del cuerpo físico. Las características de cada reflejo influencian y son influenciadas por las demás. Un problema físico crea inmediatamente desequilibrios emocionales y mentales y estos a su vez tienen un impacto directo sobre la condición física.
En la teoría de las cinco transformaciones, se representan las características emotivas asociadas con cada una de las 5 etapas de la transformación energética.
Así en la transformación agua más activa en invierno, se corresponden el riñón y la vejiga, la salud de estos órganos está relacionada con el coraje, confianza, curiosidad, fuerza de voluntad, ambición e inspiración. Una condición desequilibrada produce temor, una cierta falta de esperanza y pérdida de autoestima. Es decir que con estas pistas podríamos deducir que un tipo de depresión podría manifestarse como síntoma indicándonos que la raíz está en un desequilibrio en estos órganos, que son fuertemente perjudicados por el abuso de alimentos fríos, sal, carnes, líquidos y azúcares simples y alcohol.
La transformación árbol, más activa en primavera, se relaciona con el buen funcionamiento del hígado y la vesícula biliar, que a su vez si estos órganos están saludables, generan paciencia y resistencia, visión de futuro, y en desequilibrio producen impaciencia, mal genio o genio corto y enojo. Un ataque de cólera saca el yin del riñón pudiendo desencadenar una depresión o frustración. Los alimentos que llevan al desequilibrio en estos órganos son el exceso de fritos, comida aceitosa y grasas animales, alcohol, comida seca y deshidratada, sal y comida dura o crujiente.
El corazón e intestino delgado corresponden a la transformación fuego, estando más activa en verano. Si estos órganos están saludables se asocian con docilidad, tranquilidad, ritmo, alegría, intuición y cordialidad, en desequilibrio producen sobre excitación, jocosidad y locuacidad excesivas, histeria y cambios bipolares de ánimo.
En desequilibrio podrían surgir los trastornos bipolares y la depresión por soledad. Los alimentos que más perjudican a estos órganos son los estimulantes como el café, chocolate, picante, frutas tropicales y por supuesto carnes, embutidos y lácteos.
Entre la estación del verano y el otoño y días antes del cambio de cada estación hay un movimiento dinámico de la energía al que se denominó transformación tierra, que realmente corresponde al verano tardío. En este ciclo se activan el estómago, bazo, páncreas. En realidad en muchos manuales de medicina oriental se dice que es en los órganos de tierra donde empiezan la mayor parte de trastornos mentales. Cuando estos órganos están saludables se asocian con una profunda comprensión, sabiduría, compasión, y simpatía, en desequilibrio generan preocupación, irritabilidad, escepticismo y crítica. Está claro que los azúcares simples a la vez que los cereales refinados los productos farináceos, los líquidos viscosos, el exceso de líquidos así como los huevos y las aves, son alimentos que deterioran los órganos de tierra.
Pero es realmente en la transformación metal que está más activa en otoño, asociada al intestino grueso y pulmones donde se diagnostica la depresión. Cuando estos órganos están en salud producen sensación de integridad, seguridad, felicidad, y en desequilibrio generan sentimientos derrotistas de infelicidad, tristeza y depresión. Los lácteos en combinación con carnes, picantes extremos, harinas, bebidas azucaradas y gaseosas, zumos de frutas tropicales, embutidos y grasas animales, perjudican seriamente el buen dinamismo de estos órganos.
Con esta relación dinámica de los ciclos de la energía, podemos abordar cualquier problema personal, independientemente de que este sea físico u emocional o mental. Después de todo, estas transformaciones son distintos estados cualitativos de energía personal y al tratar con un paciente lo podemos abordar desde el cuerpo físico, mental o espiritual, porque toda influencia sobre un nivel pesará inmediatamente sobre todos los demás. Sin embargo como seres humanos materiales, o mejor “como seres espirituales viviendo una experiencia material”, el ámbito sobre el cual ejercemos el control más inmediato es el material. Con lo que empezar con una dieta y estilo de vida adecuado en lo cotidiano y rutinario que afectará profundamente a todos los aspectos de nuestro ser será sin duda el punto de partida más importante para sanar la depresión o cualquier alteración mente-espíritu-emoción.
Es natural que cuando los diferentes desafíos de la vida nos someten a situaciones de shock o dolor como la pérdida de un ser querido, un divorcio, la perdida de una fortuna o el aparente fracaso de una empresa a la que hemos dedicado tiempo y esfuerzo, el sentimiento natural y muy sano de tristeza nos sobrecoja y nuestro sistema psicofísico permanece bajo y retraído. La tristeza es aquí una experiencia natural y sana, que puede desaparecer en algunos meses o en hasta un año.
Pero si nuestra alimentación es caótica, esta sensación se hará crónica y perdurará en el tiempo llevándonos a la conocida depresión e incluso a trastornos más serios.
Para ayudar a salir de una depresión, que por supuesto ya habrá dejado una memoria celular que hay que re informar, empezaremos por descargar del cuerpo los alimentos que permanecen con la información del pasado. Normalmente son heces que se han quedado fosilizadas en los intestinos como cápsulas cargadas con memorias derrotistas producto de un estreñimiento o de la incapacidad del cuerpo de expulsarlas, de manera que mantienen latente la información del pasado. (estreñimiento).
También es indispensable descargar la mucosidad de los senos paranasales. Cuantas veces detrás de una depresión hay una sinusitis crónica, algo tan lógico y sencillo como los conductos respiratorios a través de los cuales entra a cada segundo la vida en forma de oxígeno, si están obstruidos, la relación con la vida en si misma en el aspecto más biológico y primario se vuelve difícil “no se puede respirar profundamente” o el aire que se respira se combina con la información putrefacta de la mucosidad mal oliente y estancada en los senos paranasales, principalmente causada por los lácteos, miel y sustancias o líquidos viscosos y fríos (moco).
Para sanar una depresión antes de someternos a tratamientos con antidepresivos y ansiolíticos deberíamos empezar por:
1- Una dieta basada en alimentos de buena calidad, (cereales integrales en grano, donde el arroz integral y el mijo son el eje central, legumbres, verduras de hoja, verduras redondas y raíces, verduras marinas, semillas y aceites vegetales, sal marina no refinada, frutas de estación, fermentos, sopa de miso, edulcorantes naturales como las melazas de cereales, fruta seca, otras formas de proteínas vegetales y en ocasiones pescado blanco salvaje si se desea. Prepararlos de forma adecuada según nuestra condición personal actual orientada hacia el futuro.
2- Intensificar nuestra capacidad de descarga, fortaleciendo las funciones de descarga, facilitando la eliminación de excesos.
3- Hacer ajustes en nuestro estilo de vida cotidiano (friega corporal, actividad física, contacto directo con la naturaleza, reconciliación con el pasado y con todos los seres que han hecho parte de nuestra vida, descanso y trabajo, hobbies, reír, hacer nuevos amigos, cultivar el espíritu, meditar).
4- Introspección y autorreflexión, utilizando nuestras pasadas experiencias como oportunidades instructivas, para así empezar a percibir el orden de la vida y los principios sobre los cuales se basa la existencia. Si tenemos un problema, llegar a comprender sin ningún sentimiento de culpabilización o auto culpa, cómo y por qué lo hemos creado. En otras palabras abrazamos el concepto de nuestra propia responsabilidad. De esta forma asumimos un papel positivo y activo en la creación de nuestro futuro.
La salud es una dirección y sanarnos implica “restablecer la pureza o integridad original” y sugiere una renovación y marchar hacia delante. Y va mucho más allá de un compromiso mental, la practica biológica del día a día en los aspectos más básicos de nuestra cualidad humana son indispensables.
Cuando sientas que estas entrando en depresión camina enérgicamente por lo menos 20 minutos cada día, si es posible hazlo dentro de un marco natural o con vegetación. Mastica un puñado de almendras levemente tostadas.
Recetas
ARROZ SALTEADO CON VERDURAS VERDES
Cuando salteamos o freímos, el cuerpo se llena de alegría. La acción de saltear las verduras por analogía despierta los intestinos y eleva el espíritu. Además contribuye a movilizar viejos residuos acumulados en el cuerpo.
Ingredientes
1 vaso de arroz integral cocido
Un puñado de germinado de soja
1 aguacate maduro
Una cucharada de algas hijiki previamente cocidas
1 cucharada de almendras tostadas
Una zanahoria cortada en cerillas
Un puerro con su parte verde
Aceite de sésamo
Una cucharilla de shoyou
Un poco de cúrcuma fresca
Un poco de jengibre fresco
Un manojo de cilantro
Elaboración
Cortar la verdura incluyendo la raíz de cúrcuma y el jengibre en trozos muy pequeñitos.
Cortar el cilantro y el puerro con su parte verde en medias lunas. Calentar una sartén y pincelarla con aceite de oliva.
Añadir el puerro, la zanahoria y los germinados, una pizca de sal y saltear las verduras.
Sin bajar la llama incorporar el jengibre, la cúrcuma y el cilantro, rehogar unos minutos más, y por último saltear el aguacate y el arroz.
Cuando el arroz quede envuelto en las verduras, condimentar con el shoyou y un poco de pimienta, ¡servir!.
CROQUETAS DE ARROZ Y MIJO CON SALSA DE ALMENDRAS
La mezcla de arroz y mijo a partes iguales es idónea para los trastornos emocionales y mentales, las almendras tostadas por sí solas nos ayudan en los procesos depresivos. El takuan (encurtido de nabo daikon) es quizá uno de los fermentos más sanadores cuando se trata de trastornos digestivos.
Ingredientes
1 vaso de arroz integral cocido
1 vaso de mijo cocido
una pizca de sal
un manojo de albaca
100 gramos de almendra tostada
una cortada de pickle takuan
Elaboración
Mezclar en un barreño el arroz con el mijo.
Con las manos húmedas formar bolitas al tamaño deseado.
Triturar la albaca y la mitad de las almendras, con un poco de aceite hasta hacer una pasta untuosa.
Rebozar las bolitas y hornear durante 10 minutos a fuego medio.
TARTA DE FRUTOS ROJOS
El color rojo y la textura blanda y suave de la tarta nos conduce a un estado de satisfacción emocional semejante al escape que hacemos con los helados pero sin el impacto devastador del azúcar o los lácteos de un helado convencional.
Ingredientes
250 gramos de frutos rojos ecológicos congelados
Un paquete de galletas endulzado con melazas
2 botes de yogurt de soja natural sin azúcar
una pizca de sal
aceite de pepita de uva
melaza de arroz
Elaboración
Romper con un rodillo las galletas, mezclar con el aceite al gusto
Colocar la galleta rota en la base de una tartera.
Hornear hasta que la base este crujiente.
Paralelamente procesar los frutos rojos con melaza de arroz al gusto.
Incorporar el yogurt y seguir procesando.
Verter la crema de yogurt y frutos rojos sobre la tartera.
Hornear 20 minutos.
A disfrutar!!!!