La piel como diagnóstico en el elemento metal

pielmetal

Por Patricia Restrepo

“El color, la textura y la temperatura de la piel, revelan aspectos internos del estado de salud”.

Normalmente cuando aparecen síntomas en la piel tendemos a buscar soluciones externas, olvidando que la epidermis está reflejando una condición de desequilibrio que según la zona de la cara o del cuerpo que se manifieste, corresponde a un órgano o función vital.

El cuerpo elimina, normalmente, los excesos de nutrientes, toxinas y otros residuos que llegan con la comida, agua y aire, a través de cuatro procesos metabólicos primarios: respiración, transpiración o sudor, micción, y deposición intestinal, además de las descargas en la actividad sexual, y en las mujeres menstruación, parto y lactancia. También en el movimiento físico, mental, emocional y espiritual, se acompaña de una liberación de energía metabólica.

Cuando en ocasiones comemos de más o ingerimos comida extrema en cantidad, estas son descargadas a través de los mecanismos metabólicos primarios con alguna anormalidad, por ejemplo diarrea, vómitos, fiebres, inflamación, irritabilidad, y si seguimos comiendo de forma desordenada y extrema por largo tiempo, estas sustancias pueden ser descargadas a nivel cutáneo y derivar en eczemas, psoriasis y otros desórdenes epidérmicos grasos, que incluso pueden llegar a desencadenar en enfermedades degenerativas de la piel, y que no son más que señales de alarma que emite el cuerpo invitándonos a una revisión de nuestros hábitos alimentarios y estilo de vida.

Estos excesos que van a la superficie posteriormente forman una capa grasa bajo la piel, bloqueando poros, folículos capilares y glándulas sudoríparas, dando como resultado una piel seca que impiden que el aceite y fluidos puedan llegar a la superficie. Muchas personas creen que la piel seca es el resultado de tomar poco aceite e incrementan su consumo o se aplican cremas que agravan la condición.

Los excesos que más perjudican a la piel son azúcares simples, chocolate, carbohidratos refinados, helados, bebidas azucaradas con gas, todos ellos de cualidad Yin*. Grasas de origen animal, quesos, carne, de cualidad Yang*, que son descargados a través de la piel en formas de: pecas, lunares, granos, manchas, erupciones, verrugas, callos, escamas, juanetes.

La piel, órgano Yin, la podríamos diagnosticar de la siguiente manera:

Piel clara y húmeda — equilibrada.
Piel frágil y húmeda — condición demasiado Yin.
Piel dura y seca — condición demasiado Yang.
Piel grasa y seca — condición en extremo Yin y Yang.

Es cierto que a nivel externo existen un montón de cuidados para mejorar el aspecto de la piel, lo importante es no utilizar cremas o maquillaje que escondan y eliminen los chivatos de alarma que se encienden para avisarnos que algo anda mal, y esos chivatos se vuelvan silenciosos y empiecen a actuar internamente para un día sorprendernos con un mal mayor.

Uno de los cuidados externos más beneficiosos para la piel es la friega corporal*, que tiene como fin activar el sistema linfático, ayudar a descargar toxinas, y mantenernos conectados con la energía del presente, ayudando a liberarnos de vivencias densas.

Para realizar la friega corporal recoge agua caliente en una palangana no muy grande, humedece una toalla pequeña de lavabo y escúrrela, de manera que quede caliente y húmeda. Frota el cuerpo suavemente hasta que la piel quede sonrosada comenzando desde el rostro sin excluir orejas, párpados o cuello y desciende hasta llegar a los pies poniendo énfasis en el cordón linfático, articulaciones y dedos de manos y pies. El cuerpo ha de estar siempre seco para realizar la friega. Si esta se realiza de la cabeza a los pies, el cuerpo se relaja, si es realizada de los pies a la cabeza se activa el Ki.

Este tratamiento se puede realizar todos los días, no tiene ninguna contraindicación ni restricción de edad, es beneficioso tanto para lactantes como personas mayores, y especialmente efectivo para aquellas personas con disfunciones en la piel.

A nivel externo existen otras aplicaciones interesantes para reequilibrar la piel, como compresas de nuca con salvado de arroz, baño de cenizas, emplasto de tofu, aplicación de miso, aplicación de Aloe Vera, aceite de hipérico, así como bebidas:  té de alga kombu, bebida de verduras dulces y otras más.

Esta vez os recomiendo un menú completo de fin de otoño para cubrir aspectos físicos y emocionales.

Entrantes:
Montaditos de crema suave de tofu con caviar de amaranto.

Primer plato:
Sopa tipo Kimpira.

Segundo plato:
Arroz con soja negra.

Hojas de mostaza.
Ensalada prensada.

Postre:
Melocotones en almíbar.

MONTADITOS DE CREMA SUAVE DE TOFU CON CAVIAR DE AMARANTO
Este platillo es recomendable para personas que están en transición de eliminación de lácteos y quesos blancos. El caviar de amaranto es una dosis extra de minerales ademas de ser una fuente increible de proteínas

Ingredientes (para 2 personas)
1 pepino
1 cucharada de alga hiziki
3 cucharadas soperas de amaranto negro
50gr de tofu sedoso
sal
Zumo de medio limón
2 cebollinos

Elaboración:

  • Pelar y cortar el pepino en trozos de 4 cm, trepanarlos de manera que queden huecos.
  • Untar con sal el interior y por fuera. Reservar. Cocinar el amaranto con las lagas hiziki y una pizca de sal (3 partes de agua, 1 parte de amaranto), en un cazo my pequeñito durante 30 min.
  • Apartar las algas hiziki y reservar para la salsa de nabicol del menú. Triturar el tofu con el zumo de limón, sal y los cebollinos hasta conseguir una crema fresca.
  • Rellenar los pepinos con la crema de tofu y coronar con el amaranto.

SOPA TIPO KIMPIRA
Esta sopa fortalecedora debería tener la consistencia de un guiso sustancioso. Su uso y textura son similares a la sopa de bardana y carpa, pero esta es enteramente vegetariana. Útil en todo tipo de enfermedades de la piel, incluso en cáncer de piel. También indicada para personas que sufren de Sensibilidad Química Múltiple.

Ingredientes (para 2 personas):
1 Zanahoria
1 Bardana o salsifí
200gr de Calabaza
1 Cebolla
1 Raíz de loto fresca
1 cucharada de Mugi miso y miso blanco

Elaboración:

  • Cortar a partes iguales bardana, zanahoria y raíz de loto tipo juliana.
  • Pincelar ligeramente una sartén con aceite de sésamo o agregar una pequeña cantidad de agua si no se usa aceite, calentar la llama a medio alto.
  • Cuando se caliente el aceite o el agua saltear la bardana por 2 ó 3 minutos agregando si se desea una pizca de sal marina.
  • Colocar la raíz de loto (opcional) y las zanahorias sobre la bardana. Cubrir con agua de manantial, llevar a hervor, reducir la llama, tapar y cocer a mínimo mucho tiempo (30 a 40 min.) hasta que todas las verduras se hayan ablandado.
  • Si es necesario, agregar un poco de agua durante la cocción.
  • Agregar a la sopa la cebolla y la calabaza cortada a cubos pequeños y cocinar hasta que estén bien blandos.
  • Mezclar a partes iguales en un poco de caldo los dos misos. Añadir al guiso y dejar cocer otros 5 min sin dejar hervir.

ARROZ CON SOJA NEGRA
Servido con salsa de colinabo.

Plato que moviliza excesos metabólicos de pulmones y piel. También fortalecedor del sistema reproductor femenino.

Ingredientes: para 4 personas, 1 vaso de arroz dulce lavado y remojado en 1 1/2 vaso de agua (75% arroz dulce y 25% arroz integral de grano redondo), 1/4 vaso de soja negra, 3 cuadrados de tofu seco deshidratado y remojado en 1/2 vaso de agua, 1 vaso de agua adicional al remojo de arroz, una pizca de sal.

Preparación:

  • Remoja el arroz si puede ser desde la noche anterior.
  • Remoja el tofu seco y una vez hidratado deshecha el agua.
  • Con un paño húmedo limpia bien la soja negra y posteriormente tuéstala a fuego medio hasta que desprenda un olor a nuez. Después remójala.
  • Corta el tofu en tiras de 1 cm.
  • Añade a una olla exprés el arroz con su agua de remojo más un vaso de agua, la soja remojada y el tofu hidratado, además de una pizca de sal.
  • Tapa la olla si la válvula y cocina 10 min a fuego mínimo, 10 min a fuego alto con la válvula y luego 30 min a fuego mínimo sobre difusor con la válvula.
  • Deja que salga el vapor naturalmente, el plato queda meloso.

Salsa de colinabo:
2 colinabos

1 cebolla roja grande
4 cucharadas de sésamo tostado
aceite de sésamo tostado
1 cucharada de algas hiziki hervidas (reservadas en la receta de los montaditos de amaranto)
2 cucharadas soperas de vinagre de arroz.
1 cucharita de shoyu
1 cucharita de melaza de kamut

Elaboración:

  • Cortar la cebolla en medias lunas.
  • Cortar los nabicoles en lonchas finas, las hiziki en trocitos muy pequeños.
  • Llevar a fuego una sartén con aceite de sésamo, saltear la mitad de las cebollas y el napicol con una pizca de sal, añadir agua que lo cubra, bajar el fuego y hacer una reducción hasta que se ablande.
  • Agregar las algas hiziki y el shoyu, remover durante algunos minutos.
  • Apagar el fuego, incorporar el resto de los ingredientes y triturar.
  • Si la salsa resulta muy espesa, rectificar con un poco de agua.

HOJAS DE MOSTAZA
El ligero sabor picante de la hoja de mostaza ayuda a descongestionar las vías respiratorias. Buena fuente de minerales.

Ingredientes:
Hojas de mostaza

1 diente de ajo
4 albaricoques secos
1 cucharada de piñones
una pizca de sal
shoyu

Elaboración:

  • Escaldar durante 2 min las hojas de mostaza y reservar.
  • Filetear un diente de ajo y los albaricoques secos.
  • Calentar una sartén y saltear el ajo unos segundos.
  • Añadir las hojas de mostaza con una pizca de sal, los piñones y los albaricoques, saltear durante 3 min. sin que las hojas pierdan su verde intenso.
  • En los últimos segundos agregar unas gotas de shoyu.

Nota: servir este menú con una ensalada prensada de rábanos con sus hojas.

MELOCOTONES EN ALMIBAR

Ingredientes:
Melocotones frescos
Sirope de maíz
Kamut o arroz
Canela, agua, nata de avena.

Elaboración:

  • Lavar bien los melocotones.
  • Agregar agua en una bandeja para horno, hasta que cubra la mitad de los melocotones. Agregar el sirope y unas astillas de canela al agua. Llevar al fuego 10min a 250º.
  • Sacar la bandeja, cubrir los melocotones con papel para horno y hornear 20 min más  a fuego moderado hasta que los melocotones estén blandos.
  • Servir con nata de avena.